viernes, 24 de diciembre de 2010

Una historia de Navidad.

Los tres reyes magos, como todo el mundo los conoce, eran en verdad dos. Escondido en el desierto, el niño Jesús había nacido, y solamente Gaspar y Baltasar se hicieron presentes para ser testigos del nacimiento del hijo de Dios. Gaspar y Baltasar eran dos reyes de origen aristócrata, piel blanca y rasgos delicados. Con buenas intenciones pero con la delicadeza propia de las clases pudientes, los dos reyes venían escapando de los soldados romanos, que sospechaban de la ubicación del pequeño Jesús.

Fue así que los soldados finalmente encontraron la cuna del pequeño Jesucristo. Eran 15 soldados armados y entrenados para matar. Como era de esperarse, tanto Gaspar como Baltasar salieron corriendo, dejando al niño completamente desprotegido.

Es aquí donde aparece la figura del tercer rey mago. Melchor, quien no era un rey ni un mago, sino que era un ciudadano pobre y casi analfabeto de Jerusalén. Malchor era un trabajador de piel negra y orígenes orbreros, conocido por estar siempre vestido con telas amarillas y negras. Cuando Melchor ve correr a los dos reyes magos, decide tomar un último trago de su botella de vino hacerle frente a los soldados romanos.

Melchor corrió a los 15 soldados romanos. Sin armas, con el coraje del pueblo y la fortaleza de la gente simple. El negro Melchor transmitió a Jesús sus ideas, quien luego las pregonó por todo occidente. Esas ideas, que tienen como gran protagonista al desprotegido, al humilde y al pobre, forman parte también del espíritu carbonero que hoy en día pregonamos todos.




Personificación actual del negro Melchor.



Vino Don Melchor, en homenaje al negro Melchor. Desde ese día el vino ha formado parte importante en la historia de occidente y de la barra de Peñarol.

Un Coñac con el nombre de Melchor, personificado como un héroe, con sus clásicos atuendos oro y negro.

Concurso de Tatuajes Peñarol-Navidad.

Prosiguiendo con la temática y luego de dos meses, llegó a su fin el concurso de tatuajes que premia al tatuaje que mejor represente a Peñarol y la Navidad. Iñaki Arrascavaleta, del País Vasco, se realizó un Jesucristo envuelto en la bandera carbonera y la frase “Si jugaras en el cielo me mataría para verte. Peñarol”

Gracias Iñaki y gracias a los millones de hinchas de todo el mundo que enviaron sus tatuajes.

Feliz Navidad!